Pasos para encontrar tu yo interno

 Pasos para encontrar tu yo interno


Descubrir quién eres y cuál es tu lugar en el mundo es una tarea que dura toda la vida. Sin embargo, hacerlo no tiene por qué ser atemorizante o intimidante. Cuando te des cuenta de que encontrarte a ti mismo es un proceso continuo, y no cierta meta que debas alcanzar, comprenderás que sabes más de tu yo interno de lo que imaginabas.




paso 1: 

Piensa en los momentos de tu vida de los que te sientas más orgulloso. Encontrar el significado de tu vida no es fácil, y tampoco debería serlo, pero puedes obtener pistas maravillosas en tu propio pasado. Piensa en las cosas que te hacían sentir orgulloso de ti mismo, ya que con frecuencia son los momentos en los que encontrabas el mayor sentido y propósito mientras trabajabas, viajabas o aprendías. Hazte las siguientes preguntas:

  • ¿Qué hacía que estos momentos fueran tan especiales?
  • ¿Qué es lo que te parecía desafiante o emocionante sobre tu trabajo? y ¿Qué te motivaba a ser exitoso?



Paso 2:

Determina las cosas que quieres conseguir en la vida. Encontrar tu yo interno no solo implica mirar hacia el pasado sino también hacia el futuro. Ya sea que desees conseguir un trabajo, una casa en tu ciudad favorita, una pareja amorosa o relajarte los domingos leyendo un libro, tus deseos revelan mucho sobre ti. Simplemente toma nota de las cosas que quieres conseguir en la vida. No seas tímido y no filtres esta lista de cosas de ninguna manera. Pregúntate qué cosas buscas conseguir, de cuáles te has olvidado y cuáles consideras que son más importantes.

  • Además, pregúntate qué tipo de persona imaginas cuando ves tu propia lista de deseos y prioridades.



Paso 3:

Piensa en cómo emplearías tu tiempo si tuvieras libertad total. Por ejemplo, piensa si escribirías la novela de la que siempre hablas o te pondrías a construir un patio, viajarías por el mundo o te sentarías a ver una buena película. Si no necesitarías dinero, piensa si trabajarías en el trabajo de caridad que siempre has querido o seguirías un viejo pasatiempo. Estas ideas no son solo fantasías, sino una versión de ti mismo libre del estrés y la logística. Encontrar esa versión es el primer paso para hacerla realidad.

  • Sé específico con tus pensamientos imaginando un día entero en la vida de tus sueños.
  • Estos sueños no siempre son fáciles de alcanzar, aunque no hay nada de malo en ello. El objetivo es que seas consciente de tus esperanzas y metas, ya que revelan mucho sobre tus prioridades.



Paso 4:

Reconsidera los hechos, las ideas y las perspectivas con las que hayas crecido o que dabas por hecho. Un ejemplo sencillo es lo que sucede con la comida: quizá detestabas los pepinillos cuando eras niño, pero años después te diste cuenta de que no sabían tan mal. Con frecuencia te dices cosas como “Odio los pepinillos”, “Soy una persona madrugadora” o “Soy bueno en matemáticas pero malo en inglés" para convencerte de que son ciertas cuando en realidad es el pensamiento, y no un hecho, lo que hace que lo sean. Cada vez que estés absolutamente seguro de algún aspecto de ti mismo, analiza ese pensamiento antes de creerlo. Pregúntate si crees en la cosas por costumbre o porque son ciertas.

  • Las personas cambian y solo con decir algo firmemente te arriesgas a perder esos cambios en tu interior.
  • En la mayoría de los casos, estas ideas se hacen realidad. Por ejemplo, si siempre te dices a ti mismo que te sientes incómodo cuando tienes una cita, cualquier persona con la que salgas te hará sentir nervioso y cohibido. Desde luego, eso solo hace que te sientas más incómodo.




Paso 5:

Ve más allá de las etiquetas simplistas que los demás te asignen. Por ejemplo, en cierto momento, posiblemente se te considere como un hijo, un novio o una novia, un trabajador y un jugador de tenis. Estas etiquetas son importantes porque ayudan a definir tus roles y responsabilidades en el mundo, pero no son “tú”. Simplemente son etiquetas, ya que tú eres mucho más complejo y tienes más matices de los que se puedan definir con unas cuantas palabras. En lugar de eso, mira más allá de esas etiquetas y enfócate en los conceptos detrás de ellas.

  • Si te ves como un hijo, pregúntate por qué ese rol es importante para ti. Piensa si la familia es un pilar fundamental en tu vida y si acudes a tus padres o familiares con frecuencia cuando estás estresado.
  • Si te ves como un novio o novia, pregúntate qué es lo que tu pareja resalta o saca a relucir de ti. Recuerda que el romance no te define, sino que puedes aprender sobre ti mismo teniendo una relación muy estrecha con otra persona.
  • Si te ves como un trabajador, pregúntate en qué punto tus metas personales o ideas se vinculan con las de tu compañía. Estos aspectos no coincidirán perfectamente, pero no te preocupes porque no eres tan solo un trabajador.
  • Si te ves como un jugador de tenis, pregúntate qué metas o anhelos tienes sobre ese deporte y qué es lo que te ha atraído de él.



Paso 6:

Considera tomar un test de personalidad exhaustivo como punto de partida. Los test de personalidad, como el test Meyers-Briggs basado en la psicología, son una gran oportunidad para hacerte buenas preguntas reveladoras. También proporcionan ideas a grandes rasgos y generalmente útiles sobre cómo manejar el estrés, las relaciones, la creatividad y las emociones. Sin embargo, estas ideas no son representaciones perfectas de tu personalidad. Lo más importante que debes recordar es que estas ideas son puntos de partida para comprenderte y no una respuesta definitiva.[6]

  • Cuando obtengas los resultados del test, pregúntate qué aspectos piensas que son ciertos, cuáles de ellos te sorprenden y, lo más importante, cuáles de ellos sientes que son falsos y por qué.
  • Puedes encontrar muchos de estos test gratuitos en línea. Si lo haces, prioriza los test que hagan muchas preguntas, al menos treinta o más, y compara los resultados de 2 o 3 test para minimizar los errores.


Paso 7:

Recuerda que encontrar tu yo interno es un proceso que dura toda la vida y no una meta que puedas alcanzar rápidamente. Comprende que tu yo interno es un proceso que no tiene fin porque siempre está en constante cambio. En lugar de ver tu yo interno como algo que has encontrado una vez y conocerás por siempre, busca en tu interior para aprender más sobre ti. A medida que tu vida y lo que te rodea cambie, tú también lo harás. No te cierres a estos nuevos descubrimientos porque crees que sabes todo sobre ti mismo.

  • Teniendo en cuenta tu pasado, considera las veces en las que te hayas equivocado con respecto a ti mismo. Pregúntate con cuánta frecuencia tus gustos, deseos, metas, etc., han cambiado a medida que crecías. Incluso si estás seguro de ti mismo en este instante, este cambio siempre sucede a lo largo de tu vida.





Parte 8:

Verifica lo que sientes con frecuencia. Verificar lo que sientes es una manera fantástica de permanecer en sintonía con tus pensamientos y sentimientos. Trata de verificar cómo te sientes una vez al día. Podrás hacerlo siguiendo un patrón sencillo en el que te hagas preguntas y las respondas.[9]

  • ¿Algo anda mal? Podrías responder algo como “Me preocupa mi situación económica para este mes, ya que he tenido que pagar una reparación costosa para mi auto”.
  • ¿Qué puedo hacer para sentirme mejor sobre la situación? Podrías responder “Puedo usar la tarjeta de crédito para emergencias si es necesario. Sin embargo, es probable que pueda superar el problema si reduzco otros gastos. Esta fue una reparación necesaria, por lo que no hay problema por haber gastado en ella”.
  • ¿Qué está yendo bien en mi vida? Podrías responder a esta pregunta diciendo algo como “Tengo una casa bonita, buenos amigos y un trabajo divertido”.

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